Me encanta imaginar el momento en que alguien se sienta a componer o el momento en que un pianista posa sus dedos sobre el teclado o sobre las cuerdas... el momento en que anota, corrige, busca el mejor sonido... es un momento en que, quien se conecta verdaderamente con la música, expone su alma y abandona cualquier pudor para elevarse a otra dimensión que no es ésta.
Esta reflexión creo que me la provoca haber empezado a preparar "La Pasión según San Mateo" de Bach... Qué vuelo!!
ah!!!!!!! mamita, que lujo!!!!!!!! me alegro mucho por Uds. que hacen lo que les gusta.
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